La articulación sacroilíaca está localizada entre el ilio (pelvis) y el sacro (columna vertebral). Es el nexo de unión entre la columna vertebral y la cadera.
La sacroileitis es la inflamación de la articulación sacroilíaca y puede tener muchas causas. La mayoría de sacroileitis son causadas por una sobrecarga de la articulación, sea por un exceso de rigidez de la columna lumbar (por ejemplo tras una artrodesis instrumentada con fijación de los discos intervertebrales,, etc.), por una dismetría (diferencia de longitud de las dos piernas que provocan una inclinación pélvica y una sobrecarga de un de los lados), etc.
El dolor típico de una sacroileitis suele ser un dolor en el glúteo del lado afectado que puede irradiar por la parte posterior y/o anterior del muslo hasta la rodilla. Muchos pacientes lo describen como un dolor continúo que se exacerba sobre todo en los cambios posturales, al caminar y en algunos casos hasta estando el paciente sentado.
Por tanto es común y muy habitual que el dolor causado por la disfunción de la articulación sacroilíaca se confunda con el dolor provocado por los discos y nervios en la zona lumbar.
En la mayoría de los casos las pruebas radiológicas (placas de Rx convencionales, resonancias magnéticas, TACs de la columna lumosacra) no permiten un diagnóstico fiable de una sacroileitis.
Por tanto, el diagnóstico de una sacroileitis es mayoritariamente clínico y requiere que varios tests provocativos sean positivos. Para evitar intervenciones quirúrgicas innecesarias de la columna lumbar, deben tenerse muy en consideración los trastornos de la articulación sacroilíaca en el diagnóstico de las lumbalgias y ciatalgias.
El tratamiento conservador de la sacroileitis suele incluir reposo y analgesia. El componente más importante y que suele dar mejores resultados a corto y medio plazo es la infiltración intra-articular de la articulación sacroilíacamediante una combinación de corticoides y analgésico local.
El Dr. Morgenstern realiza infiltraciones intra-articulares de la articulación sacroilíaca mediante una nueva técnica alemana de infiltración intra-articular que permite infiltrar la articulación de forma ambulatoria, sin necesidad de un fluoroscopio, ni de inyección de contraste o de quirófano que suelen ser necesarios en la técnica más común de infiltración.
Los efectos analgésicos de la infiltración suelen ser inmediatos aunque se suelen recomendar dos infiltraciones en un intervalo de 2 a 3 semanas para poder reducir signficativamente la inflamación de la articulación sacroilíaca afectada.
El tratamiento quirúrgico de la articulación sacroilíaca dolorosa está indicado únicamente en casos de en los que la terapia conservadora ha fracasado durante un mínimo de 6 meses. Ante un dolor persistente y crónico se puede realizar una cirugía minimamente invasiva que consiste en la introducción percutánea de tres implantes de titanio de perfil triangular a través del ilio y del sacro. De esta manera queda bloqueada la articulación sacro-ilíaca en todos sus grados de libertad.
En los últimos años se han realizado más de 30.000 procedimientos en todo el mundo. Los estudios clínicos demuestran una mejora significativa en la calidad de vida del paciente tras la cirugía en comparación con pacientes tratados sin cirugía.
El Dr. Morgenstern es un cirujano acreditado para la realización de la técnica de fusión percutánea de las articulaciones sacroilíacas.