En casos de canales estrechos (estenosis central del canal medular), el hueso y/o tejidos blandos como el ligamento amarillo pueden comprimir la médula espinal hasta un punto en el que los nervios no son capaces de transmitir las señales a las extremidades inferiores.
Los síntomas típicos de esta patología suelen aparecer tras caminar cortas distancias (50 – 150 metros) en forma de un dolor intenso en una o las dos piernas. Este dolor se conoce como claudicación neurogénica, también conocido como el “síndrome del escaparate”, porque obliga al paciente a detenerse. Para aliviar el dolor en las piernas los pacientes suelen sentarse o inclinarse hacia adelante flexionando la espalda.
La descompresión endoscópica por vía interlaminar permite una recuperación inmediata y alta al día siguiente de la intervención. Está cirugía está indicada en casos con claudicación neurogénica por estenosis central del canal lumbar y dolor ciático por compresión unilateral del receso intervertebral.
El dolor suele remitir en menos de 24 horas tras la descompresión endoscópica.
La descompresión es una técnica quirúrgica clásica de la columna vertebral que se utiliza en casos de canal estrecho (estenosis central). Se descomprime para liberar la médula espinal y nervios que estén comprimidos por estructuras óseas o tejidos blandos hipertrofiados, como por ejemplo el ligamento amarillo, quistes, etc.
Sin embargo, la descompresión abierta o con microscopio suele conllevar una importante agresión a la columna vertebral del paciente con una resección de hueso y tejidos amplia, pudiendo resultar en una desestabilización del nivel operado. Igualmente, el sangrado de las estructuras agredidas puede dificultar la visualización por parte del cirujano del campo quirúrgico y conllevar lesiones de estructuras nerviosas.
Gracias a los avances en la tecnología, hoy en día se puede realizar una descompresión endoscópica en canales estrechos por la ventana interlaminar del nivel afectado. Esta técnica novedosa permite resecar las estructuras óseas y tejidos blandos que comprimen las estructuras nervios por una incisión de solamente 1 cm de longitud en la piel.
Gracias a la descompresión endoscópica, la agresión al paciente es mínima y la cámara con irrigación incorporada en el endoscopio permite una excelente visualización de las estructuras nerviosas de la columna lumbar.