No todos los casos de columna son simples y a veces se requiere una cirugía compleja para poder resolver los casos más complicados. En el Morgenstern Institute of Spine tenemos más de 20 años de experiencia tratando todo tipo de afecciones de columna, incluyendo casos complejos de escoliosis degenerativa, infecciones y pacientes previamente operados (múltiples veces la mayoría de ellos) de la columna.
También en la cirugía compleja de columna nuestra filosofía es la misma que en los casos más sencillos: utilizar las técnicas más avanzadas endoscópicas y percutáneas para poder eliminar el dolor al paciente y darle el alta a los pocos días de la cirugía.
La escoliosis es la deformidad de la columna vertebral en el plano frontal. La escoliosis puede ser congénita (desde el nacimiento) o degenerativa (se puede adquirir con la edad). La degeneración progresiva de los discos intervertebrales (por la edad, el peso y la actividad) puede conllevar que la columna se deforme con el tiempo y acabe generándose una escoliosis degenerativa o “de novo” (porque ha aparecido de forma “nueva”, al contrario que en la escoliosis congénita que siempre ha estado allí desde el nacimiento).
Las escoliosis provocan una deformidad progresiva de la espalda y el paciente no pueda caminar erguido. Además, las escoliosis pueden provocar dolor lumbar y en toda la espalda. También es posible que por la deformidad haya raíces nerviosas pinzadas por los discos degenerados, resultando en un dolor irradiado por una o dos piernas.
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En estos casos la cirugía está indicada para corregir la deformidad y sobre todo para aliviar el dolor causado por la escoliosis degenerativa. En los casos más severos de escoliosis incluso puede ser necesario realizar una osteotomía (tallar parcialmente una vértebra) para poder enderezar la columna vertebral deformada del paciente.
En el Morgenstern Institute of Spine utilizamos técnicas quirúrgicas endoscópicas y percutáneas para corregir las escoliosis degenerativas y permitir que el paciente se recupere lo antes posible. El alta hospitalaria se suele dar los primeros días tras la cirugía en la mayoría de los casos.
Ejemplo de una paciente de 66 años con enfermedad de Parkinson y una escoliosis degenerativa de 40º que le causaba una importante deformidad de la espalda y le impedía caminar erguida. Se realizó una cirugía mínimamente invasiva de corrección de la escoliosis degenerativa en 2 tiempos quirúrgicos con corrección completa de la deformidad. La paciente empezó a caminar el día después de la cirugía y se le dio el alta hospitalaria a los 4 días de la cirugía, pudiendo resumir vida normal de forma prácticamente inmediata.
Pacientes ya operados de la columna, con persistencia del dolor o incluso con un dolor nuevo que ha aparecido después de la cirugía, pueden requerir cirugía de revisión. La cirugía de revisión suele presentar varios retos al cirujano, y es especialmente delicada si se tiene que reintervenir en el nivel o en niveles cercanos a uno previamente ya operado. El tejido cicatricial que envuelve toda la zona operada dificulta al cirujano reconocer las estructuras anatómicas y aumenta el riesgo de una posible lesión de los nervios (por las adherencias cicatriciales) y el riesgo de infección secundaria.
En el Morgenstern Institute of Spine utilizamos técnicas quirúrgicas percutáneas y mínimamente invasivas que nos permiten evitar las zonas ya operadas y evitar por tanto la cicatriz interna del paciente, reduciendo así los riesgos de lesión e infección. Técnicas quirúrgicas como el abordaje anterior o la fusión endoscópica nos permiten acceder por el lado o por delante (por el abdomen) a la columna y evitar así la zona ya operada.
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Una infección aguda de un disco intervertebral (espondilodiscitis) suele estar causada por una cirugía previa de la columna. Una infección del disco provoca que el paciente tenga fiebre y un dolor lumbar muy intenso que no calma con analgésicos. El tratamiento suele ser tanto quirúrgico como con antibióticos intravenosos durante varias semanas.
Por otro lado, una infección de la columna con un germen poco agresivo (low-grade) puede resultar en una infección crónica. Al ser poco agresivo, el paciente no suele tener fiebre pero el germen suele conllevar que el material (tornillos, cajas, etc.) que se haya introducido en una cirugía previa se suelte poco a poco y esto provoque dolor por inestabilidad del implante. El tratamiento en estos casos de infecciones crónicas suele requerir la retirada completa del material infectado, colocar material nuevo para estabilizar la columna y un tratamiento antibiótico prolongado para combatir la infección y evitar que afecte al material nuevamente introducido.
En el Morgenstern Institute of Spine tenemos una amplia experiencia en el tratamiento de infecciones de la columna y colaboramos estrechamente con la unidad de infecciones ortopédicas de la clínica Charité en Berlín, Alemania, la unidad más prestigiosa de Europa en el ámbito de las infecciones de implantes ortopédicos, para ofrecer a los pacientes las mejores técnicas diagnósticas y terapéuticas en infecciones de la columna vertebral.
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